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“Teniendo en cuenta la tradición de pasar joyas de generación en generación, no es de extrañar que las novias de antiguas familias aristocráticas recibieran piedras de colores. En 2003, el príncipe Federico le propuso matrimonio a su prometida, Mary Donaldson de Australia, con un anillo de rubí. Su hermano menor, el príncipe Joaquín, preparó para su compromiso un anillo de compromiso con zafiro, diamante y rubí. En el siglo XX, el príncipe Rainiero III de Mónaco fue una rara excepción. A su novia, la actriz Grace Kelly, le regaló dos anillos Cartier a la vez en 1956. El primero, de rubíes y diamantes, le pareció al novio no lo suficientemente espectacular, y encargó el segundo con el diamante más grande de la casa de joyería Cartier, que se convirtió en la joya principal de Grace”, comenta Olga Volina, gemóloga de One2Three Jewelry.
El plan
“La inversión en piedras preciosas de colores es un proceso más complicado que la inversión en diamantes incoloros, incluso de gran tamaño”, afirma Olga Volina, gemóloga y directora de ventas de One2Three Jewelry (Gemstone). – Si existen precios aproximados para los diamantes de Rapaport y un sistema para determinar los precios y la calidad 4C, entonces, al comprar piedras de colores, es necesario tener una gran experiencia, intuición, monitorear constantemente el mercado y analizar. No se puede prescindir de un gemólogo calificado con una amplia experiencia en adquisiciones. Además, en la naturaleza hay muchas menos piedras de colores que diamantes, por lo que el proceso de compra de ellas es siempre una búsqueda de gemas. Es como la búsqueda de obras de arte raras. Al mismo tiempo, el componente de inversión, o, más simplemente, el retorno de la inversión, si la piedra se compra correctamente, es mucho mayor. Por ejemplo, algunas piedras en 10-15 años se dispararon en precio más de ocho o diez veces. Como sucedió con la tsavorita (granate verde), la turmalina azul y la turmalina paraiba. El precio y la popularidad de la espinela han aumentado de forma increíble durante este tiempo: hasta hace poco, pocas personas la conocían y, en la actualidad, a veces es más cara que los zafiros. En 2015, una espinela Hope de la colección del coleccionista británico Henry Philip Hope (una gema rara de 50,13 quilates de tono rosa) se vendió en una subasta por casi un millón y medio de dólares. Y esto a un precio inicial de trescientos mil. Es importante entender que estamos hablando solo de piedras naturales de muy alta calidad y de un tamaño bastante grande. Ahora, después de un ligero descenso, los compradores chinos están entrando activamente en el mercado, lo que calienta mucho los precios. Dado que muchos yacimientos están agotados y hay más gente rica con dinero nuevo que quiere invertir en ellos, podemos decir con seguridad que el aumento de precios de las piedras de colores raras continuará.
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